Naturaleza herida
Continuamente hablamos de cómo el ser humano está dañando los ecosistemas y destruyendo la naturaleza, por eso queremos compartir una noticia distinta, de compasión y cooperación, en la que afortunadamente hemos estado implicados.
El pasado Domingo 23 de Agosto uno de los frailes del Monasterio iba a celebrar la Eucaristía de la Parroquia de Crivillén cuando, en la curva de la tejería, tocando al pinar de Estercuel, se econtró un ave saltando en medio de la carretera en un estado lamentable: arrastraba un ala, se golpeaba al intentar desplegarlas, y tenía las plumas de la cola descompuestas.
En esos segundos en los que dudas sobre lo que hacer fue el animal mismo el que convenció al fraile: miraba a un lado y a otro, sus saltos perdían fuerza y, siendo claro que era un águila y no muy grande, no se le veía ninguna posibilidad de superviviencia. Así que el fraile mercedario siguió sus protocolos redentores y envolvió al animal con una manta. Con todo cuidado la dejó en la parte trasera del coche, donde se quedó bien quieta bajo la manta.
La llamada al teléfono de emergencias 112 nos puso en contacto con los Agentes de Protección de la Naturaleza, que estaban todavía muy lejos, así que el ave tuvo un tiempo de reposo mientras celebrábamos la Eucaristía dominical en Estercuel. Ya en el Monasterio, la trasladamos a una caja y esperamos la llegada de los agentes.
Finalmente llegó el Agente de Protección de la Naturaleza y procedió a evaluar el ave. Con una destreza sorprendente y unos avanzados conocimientos de estas rapaces, identificó la especie: aguilucho lagunero, (Circus aeruginosus), dónde estaba el problema (en el ala derecha), e incluso la presencia de una herida en la parte interior de la misma.
Como resultado, determinó que había que trasladarla al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Alfranca, Sólo quedaba hacerse las fotos de testimonio y despedirse de este magnífico animal que nos ha recordado la importancia de ser más humanos.
EL animal tuvo suerte al encontrarse con personas sensibles y capaces de actuar con eficacia, pero nosotros tuvimos más suerte aún al poder ayudar a esta magnífica ave y ser útiles a un solo ejermplar de toda la fauna natural con la que convivimos aquí en Teruel.
Se publicó un artículo sobre este suceso en el peródico La Comarca:Rescatan a un aguilucho lagunero herido en el Monasterio de El Olivar
